))La Bandera

 

Tomás, un buen carpintero que aparentemente tenía una buena vida, en este lugar en donde no hay dinero, no existe el orden y la política no es tomada en cuenta, aunque aqui no se sabe que no existe esto por que nunca se ha visto. Contacto con otras tribus (por llamarlas así) no hay, saben que no son los únicos en este gran terrenal como ellos llaman al mundo pero nunca lo han intentado, nadie sabe por que estan ahí, nadie conoce su pasado, ni antepasados, lo único que se tiene después del gran caos que destruyó su pueblo es el agua que aún tienen en los pulmones los abuelos que sobrevivieron y que ahora lucen un estado vegetal. Las nuevas generaciones no saben nada del desastre, solo saben que nacieron viendo ese terrenal, tal y como esta, con la gente desconcertada y sin saber que hacer, hay construcciones, hay civilización pero no hay nada que hacer, tampoco la educación, la comida se acaba y la gente mata para comer, nadie se pone de acuerdo.

Tomás ya no sabe que hacer, solo ve a la gente con desesperación, escucha a los patos que vuelan por encima de su casa y sale; observa su entorno y solo ve montañas con un horizonte rojizo, sale al jardin a terminar su trabajo de carpinteria pero el pensamiento lo invade; la reunión de ese día se acercaba; sus amigos lo visitan y comparten sus penas, cada vez son menos, al mes por lo menos dos se suicidan. Al estar platicando Tomás se da cuenta de la gran depresión colectiva y se levanta y dice:

-No quiero morir aquí, no creo que mi vida valga para tan poco como para desperdiciarla, estoy harto de comer alfalfa y hierbas verdes para sobrevivir, la luz ya no sirve, mi casa se esta cayendo y no hay trabajo por que ya no hay qué intercambiar por comida o ropa, quisiera saber por que estamos aqui, quisiera saber por que mi abuelo tiene una cruz colgando y de que sirven los papeles verdes y los circulos de metal que guarda siempre en su bolso, quiero saber que uso tienen los objetos con el cuadro de cristal, y saber como es que sobrevivimos-, estas palabras a nadie conmovieron, todos estaban ocupados pensando que iban a cazar o cual íba a ser la aventura de mañana.

Al día siguiente Tomás despierta y observa su reloj, aunque no sabe para qué funciona pero lo guarda con mucho cariño por ser un especial regalo de su padre tiempo antes de morir; observa los números sin entender nada, y mira la tapa tratando de descubrir que figura es (un águila comiendo una serpiente), se levanta de su cama y sale de su casa, caminó como nunca alejandose de su aldea. Tiempo después regresó con una bolsa con estiercol y arcilla que había encontrado, esto lo mezcló con agua y sin quererlo formó adobe con el que hizo una pequeña figura que dejó en el jardín. Ya en la tarde escuchó que los patos volaban por encima de su casa y salió a ver el horizonte rojo detrás de las montañas. Observo la mezcla; estaba dura, tan dura como la pared de su casa. Sin más tiempo que perder realizó la misma mezcla pero en mayor cantidad y comenzó a rellenar las grietas de su casa; reparandola y evitando el riesgo de su derrumbe. Ese mismo día consiguió paja en las afueras del pueblo y reparó su techo, por la noche arregló su ropa con hilo hecho con cortes delgados de tallos, fué al río y se bañó, limpiando también su casa y toda su calle.

La hora de la reunión de esa semana llegó y todos sin más y muy sorprendidos por Tomás le preguntaron que le sucedia, porqué había hecho todo eso; cual era el afán, todos pensaban que se debería dedicarse a conseguir comida o a investigar algo; él les contesto: -Lo que quiero es algo que debemos buscar; la dignidad, en ves de estar perdiendo el tiempo deberíamos de preocuparnos por nosotros para poder realizar algo verdaderamente bueno, para esto debemos solidarizarnos. Yo creo que en verdad podemos salir de aquí y extendernos tal ves, recuperar nuestras raíces y eso es poniendo un orden.

El día siguiente Tomás se levanta y ve su reloj con esa extraña figura en la tapa, todos se arreglaron y pusieron un orden en sus casas y en las calles, Tomas estaba limpiando su casa cuando oyó a los patos sobre su casa y salió a ver el cielo rojo que tanto le gusta, que lo entusiasma, es como una señal de tranquilidad.

Salió a caminar y observo que todos los aldeanos estaban arreglando sus hogares y en la noche ya estaban tocando su puerta para decirle cuánto los habia hecho reflexionar, para este tiempo Tomás sugirió: -Ahora que hay orden comencemos a vivir y dejar de sobrehacerlo. Reunió hasta al mas aislado y revisó uno por uno que poseían o que conocían, haciendo trueques que veneficiaran a todos. Ya que tenía un gran colectivo armado, decidieron caminar hacia tierras desconocidas, caminaron durante varios días y llegaron a un gran pueblo, al parecer tambien desorganizada y con unos alrededores casi identicos a los de su aldea, con el mismo tipo de plantas, animales y montañas cubiertas de nieve y sin mas aves que los gorriones que habian sobrevivido al frío. Al tener contacto personal con esta tribu no hubo ningun problema, el problema llegó mas tarde cuando atravesaron esa aldea y llegaron a otra en donde fueron confundidos por su similitud con la tribu antes visitada siendo casi linchados o por lo menos correteados. Problemas sabían que se tenian pero no el por qué, solo suponiendo que por algun problema personal con los aldeanos, como los agresivos (llamemoslos así) habían visto hacia donde se dirigia el colectivo estos supusieron que regresarían y no precisamente en son de paz e hicieron una junta decidiendo algo; crear una identidad, algo que los distinguiera; lo cual todos pensaron esa noche.

En al mañana que se reunieron Tomás llego con una sabana pintada, tenia tres colores: verde, blanco, rojo y una figura en el centro, una figura que jamas habian visto. Tomas dijo: -el verde simboliza todas las plantas y hierbas que tuvimos que comer durante mucho tiempo para sobrevivir, el blanco simboliza el aviso de la llegada del rojo; el hermoso horizonte detras de las montañas que diario se divisa desde aqui y que desde ningun otro lugar más (si leiste con atención no te tengo que explicar la figura del centro, al igual que el nombre que le pusieron a la tribu)

Todo esto funcionó de maravilla, cuando llegaron los agresivos enseñaron su bandera y les mostraron su pueblo evitandolos así. Ya tenían algo que defender algo suyo, algo que los amparara, ya no sufrirían mas, con esto lograron comerciar con varias aldeas y revivir sus raices; las que falta revivir nosotros, tener ese sentimiento y tomar un poco en cuanto a la patria, y no hablo de extrema derecha o fascismo, solo de lo que es nuestro y que ha costado mucho trabajo mantener vivo como para que ahora se derrumbe. Solo reflexiona.

"Nuestro maiz morirá cuando el sol se apague"

por David S.

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